El Pity Alvarez se confiesa: "Estoy disgustado con la juventud que nos sigue"

Llegamos a su humilde morada en Villa Lugano y lo encontramos al Pity Alvarez recostado en su futón escuchando a Tchaicovsky, mientras disfrutaba de un te helado con limón.

R.O.- Pity, ¿Cambiaste tus gustos musicales?

P.A.- No para nada, así soy yo en mi intimidad, recuerdo que de niño comencé mis sueños de músico con intenciones de concluir la Sinfonia Inconclusa de Mozart, se que tengo el gusto y la capacidad suficiente como para finalizar esa obra cúlmine de tan mentado compositor y llegar de esa manera a saciar los placeres del Dios Apolo en el Monte Olimpo.

R.O.- ¿Por qué entonces te decidiste por el camino del rock?

P.A.- Es muy fácil mi querido amigo, para lograr mis cometidos es necesario el vil metal.

No es sencillo lograr vivir de la música de los sentimientos y el corazón, y lamentablemente menos lo es en Argentina. Se que algún día voy a ser director de orquesta con afan de hacer una entrada triunfal en el Teatro Colon, pero mientras tanto debo vivir y ya lo dice el dicho “A los cerdos, el chiquero” y que mejor chiquero para esta juventud consumista que el rock barrial, donde creen plasmar su rebeldía usando canciones que suponen un ápice de protesta como ringtones de sus celulares; así fue que decidí crear este ampuloso personaje que demarque la inconciencia colectiva de quienes deberian ser el futuro de nuestra sociedad.

R.O.- Veo que el Pity intimo es muy distinto del que se muestra en sus recitales.

P.A.- Por favor, llamame Cristian que es el nombre que fue ideado por mis padres desde que estaba en el vientre materno. A mi realmente me gustan apreciar otras cosas de la vida, escuchar un solo de trompeta de Dizzy Gillespie o tal ves, leer las obras completas de Kant son cosas que llenan mi alma. Me miraran como un bicho raro pero extraño pasearme tranquilo por las calles de mi querida ciudad cuando todavía me resultaba apacible disfrutar de un sabroso Bourbon al llegar luego de disfrutar las obras del MALBA. Hoy que la juventud me considere un héroe es un verdadero fracaso en mi vida – comenta melancólico a la vez que observa las moles de cemento que se erigen en su barrio.

R.O.- Lees a Kant, ¿Te apasiona la filosofía?

P.A.- Claro, es una forma de aprender que es uno como ser vivo, de abstraerse y concebir la realidad tal como esta planteada desde un punto ajeno a la realidad que nos rodea, es una forma de vivir y pensar como llegamos a estar hoy como estamos como país. Desde ese punto escribo mis letras, pero claro a la estúpida juventud que me sigue, no le puedo pedir que entienda por eso debo tomarme el trabajo de traducir cada uno de mis escritos a un lenguaje mas coloquial, que sea mas cercano a la imbecilidad de mis congeneres, aquellos que usan mi cara en sus remeras y mochilas sin saber apreciar la verdadera belleza en una Opera como “El Barbero de Sevilla” o en un soneto de Dante Alighieri.

R.O.- Cristian, gracias por tu atención.

P.A.- Por favor, faltaría más, ustedes son siempre bienvenidos a mi humilde morada a escuchar mis ideas y a compartir con ustedes las suyas, siempre habrá en mi mesa una taza de té y un plato de masas para compartir con ustedes. Espero que lleguen mis palabras, seré feliz si logro cambiar a al menos un joven para que logre entender que su concepto de vivir la vida es erroneo y que debe sentir la libertad en sus venas, como la mariposa se despoja del capullo que la mantuvo cautiva, o como diria un amigo y filosofo contemporaneo “vita ex denarius, quĕm afflāre tenēre”.