miércoles, 12 de diciembre de 2007

Cuidado, Garca Suelto



Amigos de odiables no queremos que piensen que hay un especie de ensañamiento contra Jorge Formento, solamente creemos que muchas de sus actividades personales han lastimado a varias personas cercanas a él, por eso creímos adecuado pasar a detallar algunas de las más recordadas historias de su prontuario.
Sabemos que Jorge se lanzó al estrellato con el éxito del recordado programa "Feliz domingo para la juventud"; allí se codeó con grandes como el escribano Prato Murphy, Mc Phantom, Paolo, Gonzalito.
Luego de conocer los beneficios de la fama y el dinero, empezó a vivir una vida de excesos. Se iba con chicas y chicos con la promesa de entregarles la llave del cofre de la felicidad, pero todos en la producción sabian que cofre se terminaría abriendo.
Es sabido que en los últimos años del programa se lo podía ver a Jorge en pésimas condiciones de salud, durmiendo en los camarines envuelto en banderas de egresados de colegios técnicos o parroquiales. Más de una vez las maquilladoras hicieron lo imposible por cubrir las marcas que traía en su piel, cosa que no coinicidia con las buenas costumbres que pregonaba el programa juvenil.
Jorge nunca pudo soportar la relación conflictiva de su amigo Soldan con Silvia Süller, desde ese momento comenzó a conocer los excesos de la noche como si viviera los conflictos en carne propia.
Pero repentinamente algo cambió en su vida, un halo de luz lo envolvió y lo hizo conocer la felicidad, fue Mirtha quien fuera esposa de Jorge Rossi con quien mantuvo un tórrido romance. Ésto fue un trago amargo que hundió a Rossi en un profundo pozo depresivo, no es casualidad que desapareciera durante tantos años de los medios.
Éste conflicto entre ambos lo llevo a tomarse a golpes de puños en repetidas ocasiones durante las grabaciones del ciclo televisivo, lo que hizo insostenible su relación profesional.
Rossi se vio obligado a abandonar el programa, cosa que muy pocos cuentan. Ya sin trabajo y defraudado por su mujer, se alejó de la pantalla chica, sumiéndose a recorrer su vida cual si fuera la letra de un tango.
Todas éstas actitudes negativas en la vida de Jorge, fueron perdonadas por un indulgente Alejandro Romay, quien siempre lo mantuvo bajo su ala protectora ya que según grandes rumores, sería nada menos que un hijo suyo no reconocido.
Hoy Jorge sigue valiendose de su carnet de locutor profesional, para hacer programas bastante aburridos que duran poco tiempo al aire.

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