domingo, 23 de noviembre de 2008

El Rinconcito de Edu Feinnman

De a poco venimos a conocer el paradero de los llamados "desaparecidos". Como vemos en los diarios, un chico que supuestamente había muerto de la guerra de Malvinas, en realidad está preso en Brasil. Seguramente, era otro de los montoneros que escaparon con el dinero de la indemnización a disfrutar los miles de dólares en el exterior.No creo que falte mucho tiempo para que empiecen a aparecer en Cuba los cientos de desaparecidos que aun hoy no encontramos, y todavía lloran falsa y erróneamente sus familiares. Es la bolilla que falta para explicar la financiación de ese país sometido a una dictadura, donde la miseria es moneda corriente, azotada por un tirano. Acaso estamos olvidando como se dieron las cosas en el pasado, estamos renegando de nuestro futuro, estamos dejando de lado quienes fueron en verdad los buenos y quienes en verdad los malos?Esto debería tener un castigo ejemplar, ustedes saben que quienes intentaban estafar al gobierno eran sentenciados a muerte en Alemania, allá por los años 40', sin embargo aquí seguimos tomando como ejemplo un modelo "bolivariano" que solo lleva al país al ocaso de las relaciones con quienes en verdad manejan el globo.Esta noticia que hoy trae a la luz, una verdad que muchos se encargaron de esconder durante años, bajo el sucio tapete de la hipocresía colectiva, es algo que ciudadanos razonables y de buen tino como yo, nos cansamos de decir. Yo tuve la suerte de tener una educación próspera en mi niñez, y no me creo cualquier cuento de los fundamentalistas que están siempre en contra de los gobiernos. La primera forma del terrorismo es la anarquía, pero los participes de estos movimientos, jamás sobresaltan a nadie, porque resaltan por su cobardía pertinaz y falta de empeño.Este señor que debió defender nuestro patrimonio nacional, en la guerra de Malvinas, y huyó como un cobarde ocultándose hasta de su familia, hoy se pudre en una cárcel brasilera. Esperemos que las autoridades pertinentes tomen cartas en el asunto, y una vez que este sujeto cumpla su condena en el exterior, reciba todo el peso de la ley Argentina, haciéndolo confesar, por todos los medios, donde se encuentran todos los otros cobardes y estafadores, que se encargaron de construir una época infame de nuestra historia.Es muy simple, es tan sencillo como el efecto dominó, solo faltaba que caiga uno para que empiecen a caer todos.

1 comentario:

Lucía... dijo...

Esperemos de una vez que se actue como corresponde, la verguenza de actitudes inconcebibles nos persigue.
Salud2